
La primera potencia en el mundo, Estados Unidos, inicia un nuevo ciclo con la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca. El mundo completo, pero en específico las personas originarias de países latinoamericanos, estamos en alerta ante las múltiples amenazas que el mandatario americano ha lanzado contra nuestras naciones. Sin embargo, los estadounidenses, muchos de ellos orgullosos de haber elegido a un líder que representa poder, pero también simboliza discriminación y racismo interiorizado, deberían preocuparse especialmente por las mujeres del país.
De acuerdo con CNN Estados Unidos, Donald Trump enfrenta al menos 15 acusaciones de abuso sexual, incluyendo señalamientos de violación. Aunque el mandatario ha logrado evadir las demandas judiciales, se ha reportado que ha realizado indemnizaciones millonarias relacionadas con estas denuncias.
Uno de los casos más mediáticos, fue la demanda que la escritora E. Jean Carroll interpuso en contra del también empresario. En su declaración, aseguró que Trump la violó en un vestidor de la tienda Bergdorf Goodman en 1996. Según precisó la mujer, el mandatario estadounidense la siguió a un vestidor de la tienda, cerró la puerta y la violó. “Mientras estoy sentada aquí hoy, todavía puedo sentirlo”, afirmó
Trump negó las acusaciones argumentando que ella “no era su tipo”. Aunque el jurado resolvió que el presidente de Estados Unidos sí abusó sexualmente de ella; consideró que no había pruebas suficientes para confirmar que hubo violación.
Otro caso conocido es el de la exmodelo Stacey Williams, quien afirmó que en 1993 Trump la agredió sexualmente. “Me atrajo hacia él y comenzó a manosearme. Me puso las manos en los pechos, la cintura, el trasero, y me quedé paralizada”, relató
En 2005, se filtraron declaraciones de Trump en las que afirmó que podía “agarrar por la vagina” a las mujeres sin su consentimiento, mostrando su actitud hacia ellas de manera explícita y alarmante.
A pesar de estas graves acusaciones, resulta impactante que Trump no solo haya evadido la cárcel, sino que haya sido elegido por segunda vez como presidente de los Estados Unidos. Muchos estadounidenses celebran su elección porque ahora mismo México y otros países tememos del poder y de las decisiones de su presidente… Sin embargo, ellos parecen olvidar que han firmado un pacto con la misoginia, el machismo y la desvalorización hacia las mujeres.
Tal parece que muchos estadounidenses se cegaron de poder, racismo y discriminación, y se les olvidó que su decisión los pone en un riesgo alarmante: las mujeres americanas no estarán protegidas. Dicha afirmación e hipótesis no es a la deriva, cobra sentido revisando el pasado: Trump se ha dedicado por años a denigrar y abusar de las personas vulnerables, pero en específico de las mujeres.
Que no se les olvide a los estadounidenses… ¡Su presidente es un acosador sexual!
Mónica Esquivel
El Delincuente Electo se convierte hoy en Delincuente Presidente, obviamente sigue siendo un delincuente y ese será su estigma hasta el final de sus días. El juramento sobre la biblia refleja la hipocresía y el cinismo de Trump pero también, tristemente, el de la sociedad que lo eligió. Así las cosas, EUA nunca podrá ser grande de nuevo.