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La estrategia aplicada por el Gobierno del segundo piso de la Cuarta Transformación para combatir la inflación está dando resultados concretos. Esto ha permitido que la canasta básica sea más accesible para las familias mexicanas y que las tasas de interés beneficien directamente a los consumidores.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el jueves 23 de enero los datos que confirman que la inflación general anual en México se desaceleró en los primeros quince días de enero, alcanzando un 3.69%. Este es su nivel más bajo desde febrero de 2021, lo que evidencia la efectividad de las políticas antinflacionarias del gobierno de la 4T y las acciones coordinadas con el Banco de México.
La variación de los precios durante la primera quincena de este año se vio influenciada por incrementos en gasolina, electricidad, mercancías alimenticias y vivienda. Sin embargo, estos aumentos fueron parcialmente compensados por la disminución.

La Inflación Subyacente y No Subyacente: Un Análisis Detallado
La inflación subyacente, que excluye de su medición los productos de alta volatilidad como combustibles, frutas y verduras, presentó un aumento del 0.28% en los primeros quince días de enero, en comparación con la quincena anterior, y se ubicó en un 3.72% a tasa anual.
Este índice es particularmente relevante para los analistas, ya que incluye productos como alimentos procesados, los cuales tienen un impacto significativo en los consumidores de menores ingresos. Además, es el indicador clave que el Banco de México considera al tomar decisiones sobre política monetaria, incluyendo ajustes en las tasas de interés.
El componente subyacente, que define la trayectoria de la inflación general en el mediano y largo plazo, registró una inflación anual de 3.72%, marcando su nivel más alto desde la segunda quincena de octubre y acumulando tres quincenas consecutivas de aceleración.
Por otro lado, la inflación no subyacente, que sí incluye productos de alta volatilidad como combustibles, frutas, verduras y productos pecuarios, mostró una disminución de precios del -0.04%en comparación con la última quincena de 2024. Su índice inflacionario anual se ubicó en 3.60%.
Dentro de este índice, los precios agropecuarios experimentaron una inflación negativa del -0.99%, lo que representa la mayor caída para este periodo desde 2018. En particular, las frutas y verduras registraron una inflación anual negativa del -6.11%, con productos como jitomate, uva y chile poblano mostrando los menores descensos. En contraste, los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno aumentaron 0.70%, su mayor nivel para un periodo igual desde 2021.
Impacto de la Inflación en la Economía y las Familias
Evitar el aumento de los precios al consumidor es fundamental, ya que la inflación actúa como un impuesto regresivo, afectando principalmente a los sectores más vulnerables. El incremento constante en los precios de bienes y servicios genera variaciones frecuentes e irregulares, perjudicando el consumo familiar.
Además, este fenómeno puede causar una asignación ineficiente de recursos en la economía, afectando la competitividad y el bienestar general. Un entorno de inflación alta e incierta también limita los horizontes de planeación tanto de las empresas como de las familias, afectando sus decisiones de ahorro, gasto e inversión.
Resultados de las Políticas Antiinflacionarias
La política antiinflacionaria implementada durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha mostrado ser efectiva. Estas medidas han sido reforzadas por el segundo piso de la Cuarta Transformación, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, intensificando las acciones para controlar los precios al consumidor.
Gracias a estas estrategias, la inflación ya se encuentra dentro de la tasa objetivo del Banco de México, marcando un avance significativo hacia la estabilidad económica y el bienestar de las familias mexicanas.