Beneficios de la depreciación del peso frente al dólar

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La depreciación del peso frente al dólar en los últimos meses no ha sido tan traumática como en administraciones neoliberales anteriores y podría generar beneficios para la economía mexicana.

El peso mexicano cerró el año pasado con una depreciación del 22.5% frente al dólar, su peor caída desde 2008. Sin embargo, esta baja en el tipo de cambio no es comparable con crisis anteriores y podría traer ventajas económicas para el país.

El tipo de cambio terminó la jornada del 31 de diciembre de 2024 en 20.8829 pesos por dólar, frente a un registro de 16.9666 unidades al cierre de 2023, tras haber iniciado enero de ese año en 17.0297 pesos por dólar.

Si bien la depreciación de la moneda mexicana podría generar preocupaciones, también tiene efectos positivos:

Mayor competitividad en exportaciones: Los productos mexicanos se vuelven más accesibles en mercados internacionales.

Beneficio para familias que reciben remesas: Los dólares enviados al país rinden más en pesos.

Atracción de turismo extranjero: Un peso más barato hace que México sea un destino más atractivo para visitantes internacionales.

Posibles remanentes para el Gobierno: El Banco de México (Banxico) podría generar excedentes de operación, lo que permitiría destinar recursos adicionales a pagar deuda y financiar proyectos gubernamentales.

Evolución del peso y su impacto en la economía

El 1 de diciembre de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia, el peso cotizaba en 20.3060 unidades por dólar. Seis años después, bajo el gobierno de la Cuarta Transformación y cinco meses después de la llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum, la moneda mexicana se ubicaba el 21 de marzo de 2025 en 20.23 pesos por dólar, reflejando una apreciación significativa en comparación con gobiernos neoliberales previos.

El tipo de cambio tiene distintos efectos en la economía:

Depreciación del peso: Favorece a exportadores y beneficiarios de remesas, pero encarece importaciones.

Apreciación del peso: Reduce costos de importación, pero puede afectar la competitividad de productos nacionales y desincentivar el turismo.

La depreciación también influye en las finanzas del Banco de México, ya que, al revaluar sus reservas internacionales, podría generar remanentes de operación que se entregan al gobierno federal.

Los remanentes de Banxico y su destino

Banxico, al no tener fines de lucro, debe constituir reservas y posteriormente transferir los remanentes de operación a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), según lo estipula la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

De acuerdo con el Artículo 19 BIS, al menos el 70% de estos recursos deben destinarse a la amortización de la deuda pública, mientras que el resto fortalece el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios.

Para abril de 2025, Banxico podría entregar hasta 160 mil millones de pesos en remanentes, lo que ayudaría a reducir el déficit fiscal y financiar proyectos estratégicos del gobierno.

El antecedente de 2021 y las decisiones del Banco de México

En abril de 2021, Banxico no entregó remanentes al gobierno federal, argumentando razones técnicas y una interpretación estricta de la ley. En ese momento, la institución registró un superávit operativo de 165,067 millones de pesos, pero la Junta de Gobierno decidió utilizar 121,775 millones para amortizar pérdidas acumuladas y destinar el resto a fortalecer el capital contable del banco.

Esta decisión generó polémica, ya que se interpretó como una acción mezquina en un contexto de crisis sanitaria y económica por la pandemia de COVID-19.

En contraste, en 2017, durante la administración de Enrique Peña Nieto, Banxico entregó un remanente de 321,653 millones de pesos, equivalente al 1.5% del PIB.

El reto de Banxico en 2025

La gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, enfrentará el desafío de decidir el destino de los remanentes de operación de 2024. Será fundamental aplicar criterios técnicos y de interés público para garantizar que estos recursos se utilicen en beneficio de la economía y el bienestar de los mexicanos.

En el pasado, Banxico ha destinado recursos a su propio fortalecimiento financiero y al pago de pensiones privilegiadas de exfuncionarios. Un informe de la revista Contralínea reveló que, en 2019, el Banco Central destinó 14.85 millones de pesos mensuales para el pago de pensiones de 97 exfuncionarios, incluyendo figuras como Ernesto Zedillo, Francisco Gil Díaz y Agustín Carstens. Estas pensiones superan hasta nueve veces las del IMSS y el ISSSTE.

En abril de 2025, la expectativa es que Banxico entregue los remanentes al gobierno y que estos se utilicen de manera estratégica para reducir el déficit y fortalecer la economía nacional. La Junta de Gobierno deberá actuar con transparencia y responsabilidad, evitando decisiones como las de 2021, que privilegiaron intereses internos sobre el bienestar del país.

Eduardo Esquivel Ancona

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