Evitar apología del narcotráfico y sus historias; generar espacios libres de violencia, un desafío en la construcción de una nueva cultura. 

* El narcocorrido, una demanda estéril con longevidad 

* No habrá censura musical, buscamos generar otros contenidos, dice la Presidenta 

* La violencia en el palenque de Texcoco, estado de México, una llama que puede repetirse

Incidir,  cambiar tendencias musicales, reflejar comportamientos y contar historias, individuales y colectivas, forman parte de los procesos culturales de las sociedades.

En gusto se rompen géneros, dice el refrán y más en gustos musicales. El punto son los contextos, sí, los procesos culturales por los que transita una sociedad y las normas que se haya impuesto o aceptado.

Y aquí, es donde relincha en caballo. Cómo se puede, o se desea transitar a una sociedad con un gobierno que promueve otros valores distintos a sus sucesores, donde la mercancía, en todo sentido, es su centro motor y razón de ser?

El cambio de valores implica una transformación a fondo hasta en los actos más cotidianos de esa sociedad en transición.

La nueva administración federal apuesta ahora por llevar al centro de su motor al ciudadano, a mejorar su entorno social, económico y de salud; a acompañarlo en nuevos estudios de paz y armonía social.

La cultura, entendida como un proceso constante de apreciación y generador de arte, de contemplación de valores y creación de estadios espirituales; para el mejor desarrollo de hombres y mujeres en México, juega un papel fundamental en la creación de una nueva etapa cultural. Y la música, como otras artes, no podría mantenerse aislada.

La violencia ocurrida en el escenario de un palenque el pasado fin de semana en la feria del caballo en Texcoco, Estado de México, es el reflejo de una manifestación precaria, burda y antisocial que promueve la violencia y el asesinato, la contaminación del ser humano y su degradación.

La industria musical, bajo el sistema neoliberal, busca la rentabilidad en su máxima expresión, está en pos de la mercancía convertida en billetes o monedas, sin importarle los valores, no tiene ni le interesa la ética.

El Estado Mexicano en su etapa de transición, tiene nuevos desafíos para cambiar no sólo los gustos musicales; también en los comportamientos sociales e incidir en los procesos culturales en favor de la vida y generar conciencia de paz, lejos de la violencia.

Estamos por la vida, por crear otros contenidos, contra censura, por la vida y contra la apología de la violencia, declaró este fin de semana la Presidenta Claudia Sheinbaum.

Será largo el camino por generar otra cultura e incidir en los gustos populares manteniendo los géneros del corridos como la exquisita música vernácula mexicana.

 Juan Bautista

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