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● La inflación es el impuesto más regresivo que puede resentir la población, por lo que el segundo piso de la 4T puso en marcha un plan contra la carestía que está dando resultados sobre todo en lo que se refiere a los precios de la canasta básica.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que la inflación anual en México se desaceleró en enero, alcanzando un 3.59%, su nivel más bajo desde enero de 2021. Estos datos reflejan la efectividad de las políticas antinflacionarias del gobierno de la 4T, en coordinación con el Banco de México y el sector privado.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor registró un alza de 0.29% en enero, la más baja para dicho mes desde 2019. Esto sorprendió a los analistas financieros, quienes estimaban una inflación del 3.7%, según una encuesta de Banamex.
Entre los productos con mayores reducciones en sus precios destacan el transporte aéreo (-38.6%), la papaya (-16.5%) y el jitomate (-15.5%).
La inflación subyacente, que excluye productos de alta volatilidad, aumentó 0.41% en enero y alcanzó un 3.66% anual. Este índice es clave para los analistas, ya que incluye alimentos procesados, fundamentales para consumidores de menores ingresos. Además, es un factor crucial en la política monetaria del Banco de México.
Por su parte, la inflación no subyacente, que considera productos como combustibles y alimentos frescos, mostró una reducción mensual del -0.14% y cerró enero con un índice anual de 3.34%.
En el desglose de la información, destacó que la inflación subyacente en el sector servicios registró una tasa anual de 4.69%, tras desacelerarse desde el 4.93%, alcanzando su nivel más bajo desde marzo de 2022.
En la inflación no subyacente, los productos agropecuarios fueron clave en la moderación de precios, con una tasa de 0.56%, la más baja desde diciembre de 2019. Esta contracción se debió principalmente a la caída en frutas y verduras, que registraron una inflación negativa anual de -7.73% en enero.
Dentro del índice subyacente, las mercancías se aceleraron a una tasa anual de 2.74%, sumando dos meses consecutivos al alza tras 24 meses de desaceleración.
Por su parte, en la inflación no subyacente, los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno aumentaron a 5.33% anual, frente al 4.97% registrado en diciembre pasado. Este repunte fue impulsado por los energéticos, que alcanzaron una inflación anual del 6.34%.
Las políticas antiinflacionarias implementadas durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador han demostrado ser efectivas y han sido reforzadas por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, intensificando acciones para controlar los precios al consumidor.
Gracias a estas estrategias, la inflación ya se encuentra dentro de la tasa objetivo del Banco de México, lo que representa un avance significativo hacia la estabilidad económica y el bienestar de las familias mexicanas.
El incremento generalizado de precios en el país ha registrado tres meses consecutivos de contracción, en línea con la decisión del Banco de México de reducir su tasa de interés de referencia, que este jueves 6 de febrero se ubicó en 9.50%, marcando su quinta baja consecutiva.
El pasado 12 de noviembre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se reunió con su gabinete y empresarios en Palacio Nacional para la firma del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), cuyo objetivo es reducir la inflación a través de diversas medidas.
La versión 2024-2025 del PACIC estableció un precio máximo de 910 pesos para una canasta de 24 productos básicos, lo que representa una reducción de 129 pesos respecto al acuerdo anterior, que fijó el precio en 1,039 pesos.
La inflación es, en esencia, el impuesto más regresivo que afecta a la población, especialmente a quienes perciben menores ingresos. Por ello, el gobierno de la Cuarta Transformación ha implementado un plan contra la carestía, logrando resultados concretos, especialmente en la estabilidad de los precios de la canasta básica.
Por Eduardo Esquivel
Excelente información, mi Lalo. Un abrazo