Impuesto a las remesas desde Estados Unidos afectaría a la economía mexicana

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La iniciativa impulsada por el Partido Republicano, que se debate en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y busca gravar con una tasa del 5% las remesas enviadas por migrantes a sus países de origen, fue calificada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo como “inaceptable”. Esta medida tributaria de la Unión Americana afectaría a la economía mexicana y a la de otras naciones, además de reducir los ingresos de muchas familias que dependen del dinero enviado desde el extranjero.

La mandataria mexicana afirmó, durante la conferencia matutina del miércoles 14 de mayo, que “no estamos de acuerdo (con el impuesto), es incluso, en Estados Unidos, inconstitucional, porque se cobraría doble impuesto, ya que las y los mexicanos que viven en Estados Unidos ya pagan impuestos”.

Las remesas son sumamente importantes, pues constituyen una fuente clave de ingresos para muchas familias, especialmente en países en desarrollo. Estas transferencias de dinero son utilizadas para cubrir necesidades básicas como alimentación, educación, salud y vivienda, y también pueden destinarse a inversiones en pequeños negocios.

México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en recepción de remesas provenientes de Estados Unidos, solo superado por India. De aprobarse esta medida, sin duda afectaría la economía mexicana y a las familias que dependen de estas transferencias desde la nación norteamericana.

Tanto el gobierno mexicano como los migrantes han manifestado su preocupación por el impacto de este impuesto, ya que podría fomentar el uso de vías informales para el envío de dinero y perjudicar a los sectores más vulnerables.

El Senado mexicano ha advertido que esta medida podría implicar una doble tributación, dado que las remesas ya están sujetas a impuestos en Estados Unidos.

Datos del Banco de México indican que, en el primer trimestre de 2025, las remesas sumaron 14 mil 269 millones de dólares, una cifra récord que representa un incremento del 1.3% respecto al mismo periodo de 2024, pese a la política migratoria y comercial del presidente estadounidense Donald Trump.

Tan sólo en marzo de este año, los ingresos reportados desde el exterior fueron de 5,150 millones de dólares, derivados de 13.4 millones de transacciones, lo que representa un avance anual del 2.7%.

La imposición de un impuesto a las remesas enviadas desde Estados Unidos afectaría directamente a los receptores mexicanos, reduciendo la cantidad de dinero que reciben y generando un impacto negativo en su economía y bienestar.

Impacto en las familias mexicanas

Menor poder adquisitivo:
Un impuesto a las remesas reduciría directamente el monto de dinero que las familias mexicanas reciben, afectando su capacidad para cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda, educación y salud.

Mayor dependencia de otras fuentes de ingreso:
Las familias podrían verse obligadas a buscar otras fuentes de ingreso para compensar la reducción de remesas, lo que incrementaría su vulnerabilidad económica.

Posible aumento en la migración:
Si las familias ya no reciben suficiente dinero para subsistir, podría haber un incentivo para que más personas emigren a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.

Impacto en la economía regional

Las localidades que reciben remesas, especialmente en estados como Michoacán, Jalisco y Guanajuato, podrían sufrir un impacto negativo en sus economías locales.

Entre enero y marzo, Michoacán se mantuvo como el principal destino de remesas, con 1,269 millones de dólares (8.89% del total); en segundo lugar se ubicó Jalisco, con 1,249 millones (8.76%), y en tercer sitio Guanajuato, con 1,218 millones de dólares (8.54%).

Según cifras del Banco de México, los cinco estados que se verían más afectados por una disminución en la recepción de divisas —por ser grandes expulsores de migrantes— son:

  • Chiapas, donde las remesas representan el 14.3% del PIB
  • Guerrero, 13.7%
  • Michoacán, 11%
  • Zacatecas, 10.8%
  • Oaxaca, 9.5%

Es un hecho que un impuesto a las remesas afectaría el consumo, el crecimiento económico y el Producto Interno Bruto (PIB) de México. Además, una contracción en la recepción de divisas desde Estados Unidos podría exacerbar las desigualdades económicas, ya que las familias más vulnerables serían las más afectadas.

La disminución de las remesas enviadas por trabajadores mexicanos desde la Unión Americana, debido a la imposición de una doble tributación, podría llevar a que más personas se vean forzadas a participar en la economía informal o incluso en actividades delictivas para sobrevivir.

Conclusión

En resumen, la imposición de un impuesto a las remesas en Estados Unidos tendría un impacto negativo en México, afectando a las familias receptoras, a las economías locales y al desarrollo económico nacional.

Un impuesto de este tipo sería un duro golpe para las familias mexicanas y una medida ilegal del gobierno de Donald Trump. Además de sus consecuencias en México, esta acción también podría afectar negativamente a Estados Unidos, al deteriorar su relación con México y con la comunidad migrante que reside en su territorio.

Eduardo Esquivel Ancona

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