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México captó, en el primer semestre de 2025, 21,373 millones de dólares corrientes en Inversión Extranjera Directa (IED), lo que representa un nuevo máximo histórico, a pesar de las políticas proteccionistas y las presiones comerciales del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los datos, dados a conocer por la Secretaría de Economía (SE), encabezada por Marcelo Ebrard, el pasado jueves 22 de mayo, representan un incremento del 5.4 % respecto al mismo periodo del año anterior

Uno de los aspectos más destacados del informe es el crecimiento del 165 % en nuevas inversiones extranjeras durante los primeros tres meses del año, en comparación con el primer trimestre de 2024. Este repunte habría generado un ingreso de 1,587 millones de dólares, frente a los 599 millones registrados en el mismo periodo del año anterior.
Estos resultados sorprenden, considerando que las presiones comerciales del gobierno de Trump, como la imposición de aranceles, podrían haber tenido un impacto negativo en la IED hacia México. La incertidumbre y los mayores costos de producción asociados a estas medidas habrían podido desincentivar la inversión extranjera; sin embargo, esto no ocurrió.
Las cifras de la Secretaría de Economía muestran que Estados Unidos se mantuvo como el principal socio inversionista, con una participación del 37.8 % del total, equivalente a 8,300 millones de dólares. En segundo lugar se ubicó España, con el 15 %, seguida de Países Bajos con el 8.3 %. Reino Unido y Alemania completaron el grupo de los cinco principales países inversionistas, con participaciones del 5.7 % y 5 %, respectivamente.
El informe también subraya que la región de Norteamérica —integrada por Estados Unidos y Canadá— representó el 42.4 % de los flujos totales de IED hacia México. Este dato resalta la solidez de las relaciones económicas en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como la interdependencia entre los tres países.
Desde una perspectiva sectorial, el sector manufacturero fue el principal receptor de IED en 2024, concentrando el 43.2 % del total en los primeros tres meses del año. Le siguieron los servicios financieros (24 %) y la minería (6 %).
En cuanto a la distribución geográfica, el 83.9 % de la inversión se concentró en cinco entidades: Ciudad de México absorbió el 55 % del total, seguida por Nuevo León (13 %), Estado de México (9 %), Baja California (4 %) y Guanajuato (3 %).
La tendencia apunta hacia una mayor atracción de capital en sectores estratégicos vinculados al transporte eléctrico, la industria electrónica y los compromisos del llamado “Plan México”.
Este plan, presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum, tiene como objetivo principal atraer 277,000 millones de dólares en inversiones extranjeras, impulsar la integración regional y reducir la dependencia de las importaciones asiáticas. Para ello, contempla incentivos fiscales, la relocalización de empresas, y programas de capacitación laboral.
La estrategia del gobierno de Sheinbaum Pardo para fomentar la inversión extranjera directa y disminuir la dependencia de las importaciones asiáticas parece estar dando frutos, de acuerdo con los datos del primer semestre.
Vale la pena recordar que una ventaja clave para la industria automotriz mexicana es que los vehículos fabricados en México que se exportan a Estados Unidos pueden beneficiarse de aranceles reducidos bajo las reglas del T-MEC. Aunque el arancel general puede ser del 25 %, los vehículos que cumplen con los requisitos de origen del tratado pueden pagar un promedio cercano al 15 %.
En conclusión, las presiones comerciales del gobierno de Donald Trump no han frenado la IED en México. Al contrario, la nación continúa atrayendo inversiones extranjeras, que hoy se enfocan en ventajas estructurales más allá de la mano de obra barata que caracterizó a los gobiernos neoliberales.
Eduardo Esquivel Ancona