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Habitantes y migrantes asentados en el municipio de El Carmen, Nuevo León, enfrentan riesgos para su salud debido a la contaminación de la zona, así como problemas de inseguridad y falta de infraestructura, consecuencia de la corrupción prevalente entre las autoridades municipales.
Los habitantes del municipio de El Carmen, Nuevo León, enfrentan una situación crítica debido a la grave contaminación en la zona, así como a los altos niveles de inseguridad y al deterioro de la infraestructura urbana. Estos problemas son consecuencia de la corrupción de las autoridades municipales y de la falta de medidas para atender las necesidades de la población.
La situación se agrava con la decisión de instalar un albergue para recibir a los migrantes deportados debido a la política del expresidente estadounidense Donald Trump. La ubicación del refugio en un entorno con altos niveles de contaminación y sin condiciones adecuadas de seguridad pone en riesgo la salud y el bienestar de los migrantes y sus familias.
Contaminación ambiental y sus efectos en la salud
Uno de los principales problemas en El Carmen es la contaminación generada por la empresa Triturados El Roble, S.A. de C.V., perteneciente al Grupo Ave y fundada por Alfredo Villarreal Elizondo. Actualmente, esta empresa está vinculada a la familia del alcalde Gerardo de la Maza, lo que ha permitido su operación sin las regulaciones ambientales adecuadas.
Esta pedrera, ubicada a menos de dos kilómetros de la zona urbana —cuando lo indicado es al menos 50 kilómetros—, genera contaminación atmosférica debido a la trituración de piedra y a la explotación mediante dinamita, lo que provoca la dispersión de polvo y la emisión de sustancias nocivas.
Los habitantes de las colonias La Alianza y Buena Vista son los más afectados, ya que diariamente respiran partículas contaminantes que superan los límites permitidos por la norma ambiental. Reportes de la Agencia de Protección al Medio Ambiente y Recursos Naturales del Estado han confirmado niveles alarmantes de partículas suspendidas, lo que ha llevado a la emisión constante de alertas ambientales.
Durante el invierno, la situación empeora debido a fenómenos meteorológicos como frentes fríos, cambios bruscos en la dirección y velocidad del viento, inversiones térmicas y variaciones de presión, lo que provoca concentraciones aún más elevadas de contaminantes.
Estudios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican un aumento en enfermedades como cáncer pulmonar, enfisema y asma en la región, lo que apunta a la actividad de la pedrera como causa principal. Además, los padecimientos más comunes entre los habitantes incluyen rinofaringitis alérgica, conjuntivitis y enfermedades de la piel.
A pesar de haber recibido dos auditorías y diversas recomendaciones por parte de la Secretaría de Ecología del Estado de Nuevo León, Triturados El Roble no ha acatado las medidas ni ha sido sancionada adecuadamente.
Impacto social y urbano
La contaminación no es el único problema que enfrentan los habitantes de El Carmen. Muchas colonias carecen de drenaje y de un sistema eficiente de recolección de basura, lo que genera acumulación de desperdicios, olores fétidos y la proliferación de fauna nociva para la salud.
Además, la inseguridad es una constante en la vida diaria de los ciudadanos. En octubre de 2023, la Fuerza Civil del Estado asumió el control de la seguridad municipal tras el asesinato de un policía, evidenciando la incapacidad de la policía local. Para julio de 2024, la seguridad fue devuelta a las autoridades municipales, pero la situación no ha mejorado: continúan las ejecuciones, los robos y las extorsiones, con una policía ineficiente y funcionarios municipales corruptos.
El Carmen cerró el primer semestre de 2019 con la incidencia delictiva más alta de Nuevo León en relación con su población, registrando una tasa de 119.82 delitos por cada 10,000 habitantes. Lamentablemente, esta cifra no ha disminuido, sino que ha ido en aumento.
El problema del albergue para migrantes
La instalación de un albergue para migrantes en estas condiciones es una decisión preocupante. El Polideportivo de la Alianza Real albergará hasta 1,400 personas en cinco grandes carpas destinadas a dormitorios, regaderas y cocinas. Sin embargo, la zona no ofrece condiciones adecuadas de seguridad, salud e infraestructura para los deportados y sus familias.
Es urgente que el gobierno estatal y federal tomen medidas enérgicas para frenar la contaminación, combatir la corrupción y garantizar la seguridad en el municipio. El alcalde Gerardo de la Maza, del partido Movimiento Ciudadano, debe rendir cuentas por la grave crisis que enfrenta El Carmen, donde tanto los habitantes como los migrantes están expuestos a riesgos inaceptables para su salud y bienestar.
Por Eduardo Esquivel