Por la app de citas somos solteros y no tenemos sexo

Las apps de citas son adictivas, emocionantes y divertidas, pero también son riesgosas: nos presentan un mundo de posibilidades superficial y atractivo, que nos hace creer que no debemos cuidar lo que tenemos, porque siempre habrá algo mejor y más atractivo que revitalice nuestra vida amorosa.

En el mundo moderno, terminar una relación ya no es sinónimo de que, por un tiempo, podrías carecer de amor, sexo, compañía o comprensión, porque basta con dedicar un minuto de tu tiempo para bajar una app de citas y comenzar a ver, seleccionar e intentar en un mundo de posibilidades.

Pero toda opción conlleva un riesgo: al usar tanto las apps de citas, podríamos perder la objetividad, las bases sólidas para una relación e incluso olvidar nuestros valores y principios sobre cómo nos gusta vincularnos. Estas aplicaciones suelen ofrecer una oferta tan variada y atractiva que cuesta resistirse a las mieles del deseo.

Conocer a personas a través de una app es una idea muy novedosa y práctica para relacionarnos, porque la vida adulta va a un ritmo vertiginoso: del trabajo a la casa, de la casa al trabajo, por lo que resulta verdaderamente difícil o casi imposible conocer personas en otros contextos.

Sin embargo, tal parece que aunque la idea es exitosa, en la práctica no resulta de la misma manera, porque en México cada vez aumenta más el número de solteros en el país. De acuerdo con el Inegi, el tercer trimestre de 2023 residían en el país 100.6 millones de personas de 15 años o más, de las cuales, el 33.1 por ciento se encontraban solteras, 

También los divorcios van en aumento en el país, en el 2023, por cada 100 uniones que se llevaron a cabo, ocurrieron alrededor de 32 separaciones. Además, pese a que en el mundo cada vez es más fácil tener sexo de una manera responsable, los estudios indican que las personas cada vez lo tienen con menos frecuencia. 

El rompimiento de los vínculos, así como la falta de compromiso a largo plazo se debe a distintos factores. Una hipótesis referente a este tema fue creada por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, quien creó el término “amor líquido”, que se refiere al tipo de vínculo posmoderno, que se caracteriza por priorizar la individualidad y crear relaciones de tipo superficial.

“El amor líquido” refiere un tipo de vínculo que solo busca satisfacer ciertas necesidades puntuales y/o inmediatas, teniendo como única certeza, que la relación es desechable porque carece de conexión, valores, formalidad y compromiso. 

Por lo tanto, es fácil salir en un par de citas con alguien, vincularnos ya sea física o emocionalmente, y, un día sin previo aviso, dejar de responder o dejar de recibir mensajes. A esta acción, en la posmodernidad, se le llama ‘ghosting’. Muchas personas lo etiquetan como un acto de poca empatía; sin embargo, para otras, es una práctica aceptable porque evita conversaciones incómodas que inevitablemente conducen al mismo desenlace: se acabó la historia de amor.

Claro que es necesario remarcar que, dentro de este mundo de citas en línea, existen grandes historias de éxito y miles de parejas o amigos que han cruzado sus caminos gracias al magnífico mundo de internet y a una sencilla app. Siempre hay excepciones a la regla, ¿no?

Sin embargo, este tipo de conexión superficial del que hablamos anteriormente, sea como se quiera conceptualizar, nos ha llevado a un mundo de agotadoras opciones que, a su vez, nos dejan solos y carentes de sentido, amor, conexión y compromiso.

Por lo tanto, se podría decir que la mayoría de los mexicanos están solteros porque les parece imposible elegir a una sola persona y renunciar al infinito mundo de posibilidades tan atractivo, nuevo y seductor.

Por Mónica Esquivel

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